Diamante le dio un codazo al policía a su lado, dando una instrucción silenciosa para que le partiera la cara a ese pervertido.
Pero antes de que el policía pudiera agarrarlo de nuevo por el cuello, Gustaff respondió rápidamente: —¡Lo diré, lo diré!
—Bien, entonces dilo, ¿quienes son esas mujeres?
—Son las madres de dos estudiantes de aquí, Jada Jackson y Maya Glasgow. No sé qué pasó entre ellas, pero siempre han estado hostiles con Chloe Gray —explicó Gustaff.
La respuesta satisfizo a Diamante, pero en realidad no aclaró nada sobre su misión.
De hecho, le dio aún más trabajo para ayudar a Chloe.
—Vale, eso es todo, ahora dame tu carnet de identidad —dijo Diamante.
—N—No puedes hacer eso! ¿Por qué necesitas mi carnet de todos modos?! —Gustaff se puso a la defensiva de inmediato.
—Sólo dámelo, o— —Diamante miró al corpulento policía otra vez.
Gustaff apretó los dientes y le entregó a Diamante su carnet de identidad.