—Quiero decir, podemos hablar de cosas aleatorias mientras cocino tu desayuno...— ofreció Chloe.
—¿Una charla? —Vernon se giró, interesado en la invitación—. ¿Sobre qué tema?
Chloe se sorprendió por el entusiasmo repentino de Vernon. Sus ojos brillaban con expectación, aunque ella no sabía qué tipo de expectativa tenía.
Chloe pensó que Vernon simplemente la ignoraría como siempre.
Pero ahora que todos los ojos estaban sobre ella, se puso nerviosa y trató de encontrar una manera de transmitir su intención.
Su verdadera intención era decirle a Vernon que practicara sexo de manera responsable. Porque sabía que un hombre como Vernon podía ser muy imprudente cuando tenía ganas de echar un polvo.
—Eh… podemos hablar sobre tus costumbres… —dijo Chloe con mucho cuidado, sin querer ofender a Vernon.
—¿Costumbre? ¿Qué tipo de costumbre? —Vernon frunció el ceño—. No creía tener malos hábitos además de ser un comedor exigente.