—Buenas tardes, Jada, Maya. Hace tiempo que no nos vemos —saludó Chloe.
Jada y Maya se miraron, como comunicándose con la mirada, y cruzaron los brazos.
—No esperaba que tuvieras el valor de venir aquí, Chloe. Después de todo, oí de Vicente que te escapaste para ser el juguete sexual de un viejo decrépito —dijo Jada. Tenía una sonrisa maliciosa en su rostro, creyendo que estaba por encima de Chloe y tenía la oportunidad de casarse con Vicente—. ¿Verdad, Maya?
—Así es —Maya apoyó de la declaración de Jada—. Él también me dijo que te escapaste con su dinero. ¿No tienes vergüenza? Ha sido un marido increíble para ti.
—¿Un marido increíble que se acostó con ustedes dos? —replicó Chloe.
Jada y Maya no estaban sorprendidas de que Chloe supiera de su aventura con Vicente. Después de todo, él les había instruido que dijeran a sus hijos que molestaran a Mackie en la escuela.