—¿Por qué es tan diferente? —Vernon se preocupó—. ¿Por qué no puede simplemente enamorarse de mí, como todas esas mujeres? ¿Me falta algo?
—No quiero mostrarle mis verdaderos sentimientos. No quiero que me vea como débil, ¿no es esto lo correcto que hacer? —Vernon se preguntó a sí mismo.
—Si mostrara demasiadas de esas emociones frágiles, ella me explotaría, jugando conmigo hasta que supliqué por su misericordia.
—Pero… asustarla tampoco funcionó….
Vernon estaba reflexionando sobre su error. Sabía que la había fastidiado.
Pero realmente quería saber qué había pasado entre Chloe y Vicente, para poder ayudar.
Pero él estaba simplemente… un poco impaciente…
Siempre era así cada vez que no conseguía lo que quería. Se impacientaba, lo que a menudo resultaba en que utilizara intimidación o miedo. Siempre funcionaba, por supuesto, al menos durante los últimos diez años en los que vivió en Europa.