—¿De qué quieres hablar? —preguntó Chloe con cuidado.
Tommy no dijo nada por un rato pero siguió mirándola fijamente hasta que de repente dio un paso rápido hacia adelante, estiró su mano y agarró el brazo de Chloe con fuerza.
El movimiento fue demasiado repentino para que Chloe reaccionara, así que solo pudo forcejear un poco, lo que provocó que Tommy apretara su brazo aún más fuerte hasta que Chloe hizo una mueca de dolor.
—¡Ay, duele! ¡Suéltame!
Tommy no tenía ninguna amabilidad hacia Chloe, a diferencia del Tommy habitual, que se mostraba amable y afable delante de su esposa y sus suegros. La empujó contra la pared hasta que casi gritó. Pero Tommy la amenazó antes de que pudiera abrir la boca.
—Escucha, flacucha perra. No te hagas la inocente. Sé que viste a mi novia y a mí en el restaurante —le espetó Tommy—. Y no te dejaré ir hasta que me digas la verdad.
