—Este lugar apesta a su toque—, pensó Vernon. Su cuñada tenía esta extraña afición de actuar como si no tuviera dinero y siempre intentaba vivir con un presupuesto, a pesar de que Vernon literalmente le entregó su tarjeta negra para que la usara.
Pensó que lo hacía porque simplemente quería humillarlo, diciéndole indirectamente que era pobre en comparación con Vicente, su hermano mayor. Porque su hermano mayor podía proporcionar a Chloe todas las cosas lujosas que este mundo podía ofrecer.
—Por aquí, Señor—, las sirvientas guiaron el camino para Vernon. Caminó por un largo pasillo y notó muchas fotos familiares colgadas de la familia de su hermano mayor: Vicente, Chloe, Mackie y un poco de esa vieja bruja Dorothea Gray alineadas en la pared del pasillo.
Esta casa era sorprendentemente muy ordenada y hogareña…