Vicente no supo qué le pasó después de desmayarse durante la conferencia de prensa.
Pero cuando recuperó un poco de su consciencia, se encontró flotando en medio de un espacio vacío.
Abrió los ojos y miró a su alrededor para ver si había algo que pudiera hacer en ese espacio.
Pero él flotaba impotente. Su cuerpo estaba entumecido de pies a cabeza. Todo lo que podía hacer era mover los ojos a la izquierda y a la derecha.
—¿Dónde estoy? —Se preguntó. Pero, por supuesto, no obtuvo ninguna respuesta porque su voz resonó en este espacio vacío. Estaba completamente solo, y esto se sentía realmente angustioso.
Estar solo era tan angustioso para él.
—¿Hola? ¿Alguien puede oírme? —preguntó Vicente.
De nuevo, ninguna respuesta.
Estaba completamente solo, y tenía mucho miedo por eso.
—¡¿Hola?! ¡¿HOLA?! ¡QUE ALGUIEN ME RESPONDA, POR FAVOR! —Vicente comenzó a gritar desesperado.