—Al principio, prefiero ignorar los rumores y calumnias sobre mí, porque tengo muchos proyectos que hacer. Pero una vez que me doy cuenta de que los rumores se han salido de control, me doy cuenta de que tengo que hacer algo o mi reputación se arruinará —dijo Vicente.—
Apretó el puño debajo del escritorio, haciendo todo lo posible por contener este incómodo sentimiento en su corazón. Los destellos de las cámaras empeoraban las cosas.
Se sintió mareado como si pudiera vomitar en cualquier momento.
No sabía qué le pasaba, pero definitivamente no estaba en buen estado en este momento.
Sin embargo, el espectáculo debía continuar y tenía que soportar esta incomodidad hasta que terminara la conferencia de prensa.