Toc. Toc.
Vernon salió de su aturdimiento al escuchar un golpe en la ventana de su coche.
Toc. Toc.
—¡Hola? ¿Puedo entrar ya? ¡Literalmente me estoy congelando aquí afuera!
Vernon abrió la puerta y la mujer con la que se suponía que debía encontrarse se sentó en el asiento del pasajero, quejándose mientras intentaba limpiar la nieve de su abrigo, —Vaya, ¿por qué tardaste tanto en abrir la puerta? ¡Este abrigo de invierno es tan caro, no podré reemplazarlo si se arruina!
Vernon miró a la mujer que estaba sentada a su lado por un tiempo. Mucho cambió después de que Vincent la abandonara.
Primero, ahora lucía descuidada.
Aún tenía la belleza que a Vincent le encantaría, pero parecía demacrada y envejecida. Probablemente estaba bajo demasiado estrés, y trabajar en Walmart para llegar a fin de mes tampoco era el trabajo más cómodo.
'Hm... Tendré que enviarle dinero para un tratamiento. Debe ser absolutamente deslumbrante frente a Vincent', pensó Vernon.