El ceño de Vernon se acentuó: —¿Qué clase de pregunta estúpida es esa? ¿Crees que no te amo?
—No estoy segura —respondió Chloe débilmente—. Si me amas, entonces ¿por qué no me haces el amor?
—Es precisamente porque te amo, por eso no quiero simplemente follarte y dejarte en una zanja después de eso —dijo Vernon—. Eres preciosa para mí, por eso quiero que te acostumbres primero. Quiero que sientas nada más que placer, para que te enganches a ello.
—Si no me gustaras, o te tratara como a una mujer cualquiera con la que podría acostarme, simplemente te follaría y me iría. No habría nada en juego, y no me importaría si me gustas o no —Vernon trató de explicar su intención—. Además, ¿por qué insistes en esto de todos modos? Recuerdo que te veías aterrorizada cuando te toqué por primera vez.
—B—Bueno, las cosas han cambiado entre nosotros —respondió Chloe—. Ahora, quiero entregarme a ti. Quiero que me toques….