—Mmmp—Mmmppp—!! —La Sra. Andrew siguió luchando en vano. La Sra. Andrew estaba asustada de que esta mujer pudiera matarla si seguía resistiéndose, así que se detuvo una vez que su cara estaba plantada en el suelo hasta que pudo respirar, por no hablar de abrir la boca.
—Mm, bien, finalmente dejó de resistirse —dijo María—, y luego miró al Sr. Vincent Gray y también a Vernon—. No se preocupen, tardará lo suficiente en morir por asfixia. Aunque no me importa si lo hace.
María sacó su teléfono y comenzó a llamar a alguien, y luego, diez minutos después, dos hombres vestidos de negro aparecieron y la ayudaron a levantar a la Sra. Andrew. Cubrieron la boca de la anciana con una mano y la sacaron de la oficina.
La secretaria María observó desde un lado. Después de asegurarse de que la mujer fuera atendida, hizo una reverencia respetuosa a Vincent y a Vernon antes de salir de la oficina del CEO y cerrar la puerta.
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