Shailene pensó que tenía que estar cerca de Dorothea hasta que tuviera la oportunidad de conocer a Vernon en un evento.
¿Quién hubiera esperado que él la llamara repentinamente, pidiendo una sesión de terapia? Casi era como un sueño hecho realidad para Shailene. Estaba haciendo todo lo posible para no gritar de emoción en ese momento.
Hasta que se dio cuenta de que el problema de Vernon era acerca de esta mujer llamada Chloe, la misma mujer que arruinó sus relaciones y la misma mujer que arruinó la infancia de Vernon.
—Por eso quiero despertarte, Vernon —dijo Shailene con firmeza—. Quiero que sepas cuánto me importas. No encontrarás una mujer que te tenga en mente más de lo que yo lo hago.
—¿Y esa perra de Chloe? —La mirada de Shailene se volvió fría al mencionar a Chloe—. Despreció, llena de desprecio, "Que se pudra en el infierno. Qué mujer manipuladora, tratando de aprovecharse de un corazón vulnerable solo para obtener lo que quiere".