—No tiene sentido seguir ocultándole cosas. Mackie ya acepta a Vernon como el remplazo de su padre y quiere que su madre sea feliz... —Diamante recordó una frase que Chloe solía repetir para justificar todo lo que hacía.
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—Quiero que mi hija sea feliz. Quiero que tenga una vida normal y crezca siendo una buena mujer. No me importa si tengo que sufrir por ello. —
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—Bueno, no necesitas buscar demasiado lejos para hacer feliz a tu hija, Chloe —pensó Diamante—. Ella es feliz cuando tú eres feliz. Ustedes dos se complementan. Así que, por favor, encuentra también tu felicidad porque tu hija naturalmente quiere apoyarte. —
Chloe volvió al coche con un ánimo aparentemente aceptable, lo cual era extraño ya que parecía enfadada cuando fue a llamar a Vernon hace un momento.
—¿Está todo bien? —preguntó Diamante.
—Mm... supongo —respondió Chloe—. Giró para mirar el asiento trasero y poder revisar cómo estaba su hija.