Así, Chloe decidió simplemente quedarse en silencio y dejar que su hija formara una opinión propia acerca de su papá. No quería ser la instigadora del odio de Mackie hacia su padre, pero tampoco quería ser una estúpida mártir que tuviera que encubrir el mal comportamiento de Vicente nunca más.
—¿El Tío y Mamá ya se arreglaron? —preguntó Mackie—. No te enojes por mucho tiempo, Mamá. ¡Yo suelo pedir perdón después de una hora!
'Si tan solo fuera tan fácil', pensó Chloe. Sonrió a su hija y le acarició la cabeza: —Lo sé. No te preocupes, ya nos pedimos perdón el uno al otro. Nos arreglamos bastante rápido…
—¿De verdad? —Mackie dejó sus muñecas y centró toda su atención en su Mamá—. Mamá, ¿cómo te arreglaste tan rápido con el Tío? ¡Quiero hacer eso también! Tal vez pueda hacerlo para arreglarme con Jaden y Mia!
—Ah … um … e-eso es un secreto, querida ... —respondió Chloe nerviosamente.