—¿Cuál es su problema ahora? Apuesto a que esto es solo otro malentendido.
Diamante rodó los ojos. Era obvio que Chloe y Vernon ya se amaban a estas alturas. Pero sus habilidades de comunicación eran tan escasas que había muchas peleas innecesarias entre ellos.
Diamante escuchó la furia de su jefe, seguida de la destrucción de muchos muebles. Se preocupó aún más al pensar que Vernon destruiría todo dentro de su oficina, costándole a Diamante su fin de semana y posiblemente sus vacaciones de Navidad y Año Nuevo.
Después de todo, la temporada festiva significaba que muchos de los artesanos y distribuidores habituales que vendían las cosas del Sr. Phoenix Gray estaban cerrados. Así que tenía que hacer un pedido anticipado o conseguir algo similar en otro lugar, lo que le llevaría un mes o dos.
—Maldita sea, tengo que llamar a Chloe ahora. No quiero lidiar con esta mierda antes de que llegue diciembre —Diamante agarró su teléfono y llamó a Chloe.