—Si tan solo fueras tan despiadada como yo, Chloe… —pensó Vernon—. Las cosas serían mucho más fáciles si pudieras ser un poco más cruel con aquellos que te lastiman.
Vernon miró al techo, y en su imaginación apareció el rostro de la mujer más hermosa del mundo. Su corazón frío comenzó a sentirse cálido cuando la imagen de la mujer sonrió, —Pero, no creo que me enamoraría de ti si fueras una mujer cruel. La única razón por la que tuve una infancia adecuada es por ti.
—Tú eres quien me salvó del abismo, pero también eres quien me hundió de nuevo hasta que me dolió terriblemente….'
La sonrisa en sus labios se desvaneció. Cada vez que recordaba los muchos momentos felices con Chloe, su mente automáticamente recordaba ese único mal recuerdo.
Fue solo un mal recuerdo, pero fue lo suficientemente fuerte como para oscurecer todo lo bueno que Chloe había hecho por él mientras crecía.