—Dime si necesitas ayuda. Puedo cocinar un poco— ofreció Vernon.
Chloe temía que esto pudiera ser otra trampa que enfurecería a Vernon. Estaba asustada de cometer un error y ofenderlo accidentalmente.
—Oh, preferiría cocinar yo misma, que soportar los gritos de Vernon otra vez—pensó Chloe.
—Gracias, pero puedo cocinar yo misma—Chloe rechazó educadamente, y Vernon soltó una risita.
Vernon finalmente levantó la cabeza y miró a Chloe, quien estaba parada incómodamente. Estaba bastante lejos de su posición, así que recogió sus lentes redondos sin aro de la cajonera y la miró detenidamente.
Una vez que tuvo una vista más clara, pudo ver a Chloe mirando hacia otro lado nerviosamente, tratando de esquivar su mirada. La sonrisa en el borde de sus labios se convirtió en una mueca, —¿Por qué estás tan nerviosa? Ya terminé de jugar contigo hoy. ¿O tal vez quieres jugar de nuevo?—
—¡N—No! ¡Necesito cocinar el almuerzo ahora!—Chloe fue directo a la cocina y comenzó a ocuparse.