—No he empezado a hablar y ya estás bajando la cabeza. ¿Realmente soy tan aterrador para ti? —Verno confrontó. Él también tenía muchas ganas de saber esto.
Sentía que Chloe lo temía sin ninguna razón absoluta. A veces, se preguntaba si simplemente odiaba su presencia, por eso no lo miraba.
—No, no tengo miedo de ti... —respondió Chloe. —Bueno, inicialmente sí tenía miedo de ti. Porque sigues gritándome, me siento débil cuando me gritan. Temblaría y caería al suelo, acurrucada porque no quiero que me golpeen...
—Pero nunca me has golpeado, incluso cuando sé que estás muy enojado —dijo Chloe en su corazón. Ella levantó la cabeza lentamente hasta ver a Vernon en la esquina de sus ojos, mirándola fijamente.
—Y me doy cuenta de que no me lastimarás cuando esté contigo...
—¿De verdad? ¿No tienes miedo de mí? —Vernon preguntó de nuevo. No estaba seguro si había oído bien.
Por supuesto, él quería vivir en una fantasía si pudiera. De hecho, él lo quería.
