—Bueno, no lo sé, ¡pero Diamante dijo que al inclinarme frente a ti, tendrás menos miedo de mí! —se quejó Verno en su corazón.
Encontraba este gesto ridículo, pero parecía funcionar ya que el miedo en el rostro de Chloe se disipaba gradualmente y era reemplazado por confusión.
Verno tomó suavemente la mano de Chloe con sus palmas, para poder transferir el calor a sus fríos y huesudos dedos.
Chloe estaba muy confundida en este momento. Verno estaba enojado hace unos segundos, y ahora de repente se arrodilló frente a ella como una especie de caballero real listo para jurar su lealtad.
—V—Verno? —Chloe lo llamó de nuevo, y Verno obedientemente levantó la cabeza y miró hacia arriba hasta que sus ojos se encontraron con los de ella.
Esta sería la primera vez que Verno miraba hacia arriba a Chloe desde que se reunieron. Por lo general, Verno la despreciaba y la hostigaba hasta que ella se asustaba y lloraba.