—Vernon, si el desayuno se enfría, puedes calentarlo de nuevo. También he preparado otro jugo de plátano y manzana en la nevera por si este que está en la mesa está muy tibio para ti.
—He preparado tu traje, está en el sofá, buena suerte en el trabajo.
— Chloe.
…
Vernon estuvo en silencio un rato y se rió al encontrar la nota graciosa. Arrugó la nota y la tiró en la papelera cerca del fregadero de la cocina. Tenía una buena idea de lo que la hizo tratar de evitarlo.
—Obviamente, yo soy el que está mal. Yo soy el que desató su trauma, así que debería estar enojada conmigo —dijo Vernon. Se sentó en la mesa del comedor y comenzó a cavar en el desayuno hecho por Chloe.
Sabía que Chloe no estaba enojada con él porque aún así cocinó un desayuno que parecía abundante y bastante adecuado al gusto de Vernon.
Entonces, Solo había una explicación de por qué ella trató de evitarlo;