Chloe también escribió que Mackie debería concentrarse en estudiar, para así hacer que Papá se sintiera orgulloso.
Mackie explotaría de felicidad. Sonreiría todo el día después de recibir la carta de hadas de su papá. Sostendría la carta y la leería en todas partes durante todo el día antes de guardarla en un lugar seguro.
Mackie había coleccionado las cartas de hadas de Papá desde que tenía cuatro años y las atesoraba en una pequeña caja llena de cartas de hadas y pequeños accesorios que su papá le compró como regalo.
Aunque, solo Chloe sabía que el 90% de las cosas dentro de esa caja eran obra de ella. Era ella quien observaba el crecimiento de su hija. Cuando Mackie comenzó a interesarse en algo, Chloe lo anotaría secretamente y le daría a su hija regalos de acuerdo con sus intereses. Por supuesto, lo hizo bajo la apariencia de que todos eran regalos de Vicente.