Federick había comprendido las palabras de su Madre. Ya no era un completo desconocido al idioma común, pero no lo dominaba como tal.
Pero el espacio a cualquier tipo de pensamiento no tenía importancia. Ella lo había alzado entre sus brazos, como si de telarañas se trataran ellos.
Finalmente había emprendido en un viaje. Había aprovechado está oportunidad para abrir en su máxima extensión sus ojos y observar sus alrededores.
Dieron sus frutos, debido a que lo había disfrutada. Reviviendo su nostalgia de sus antiguos viajes largos por periodos extensos por carreteras.
Ya que cómo si se tratara del escenario de una obra de arte, sus alrededores se mezclaban en una imagen arquitectónica con la naturaleza; Lo que lograba un sentimiento sublime y armonioso.
Grandes arboles que ocasionalmente despedían sus hojas con un viento suave. Estanques que se mezclaban con estas hojas perdidas.
Pero como si de un sueño se tratará, está imagen se perdió en sus recuerdos... Reemplazada por un largo pasillo, simple pero elegante. Exudando una sensación de atemporalidad y serenidad.
Pero está serenidad causada por el silencio, fue cortada cuando llegaron a un salón abierto. Donde se encontraban varios individuos, hombres como mujeres, con la adición de infantes
A partir de está escena, notó una particularidad: La vestimenta.
Él y los infantes compartían el estar bien vestidos y limpios, pulcros.
Pero los hombres presentes resaltaban más, debido a que estos no lucían vestimentas largas al no buscar ocultar piel; Se asemejaban a togas. Dejando al descubierto músculos decentes, lo que dejaba a deducir una cultura saludable.
Pero su tren de pensamiento fue cortado de raíz debido a la entrada de un anciano. Quién vestía de blanco y pulcro, luciendo un pelo ostentoso y una gran barba vertical; Se parecía a un viejo taoísta de una pelicula china.
Pronunció palabras con gran elocuencia y habilidad, desperdiciando saliva, simulando una imagen altiva y benevolente.
Pero sus siguientes palabras fueron de gran impacto para él. Finalmente reconocía la verdad, del por qué estaba aquí.
"Sistema, dime, ¿hay alguna fiabilidad en está tradición". Federick preguntó dudoso, debido a que está realidad, si fuera así, se arremolinaba de forma violenta y golpeaba con su realidad mortal.
[Señor, no necesito la acción de realizar deducción alguna, debido a la energía creciente, lejana pero cercana, confirma sus palabras]
La confirmación de su herramienta, extraña pero fiable, había sido una violenta cachetada generacional. Obligandolo a replantear sus pensamientos anteriores y actuales.
Pero una acción del anciano lo había distraído. Como si se tratará de una modelo saliendo de una piscina, se dio media vuelta con sus pómulos altos y visibles, nariz pequeña y labios grandes.
Habían retomado la caminata hacía un nuevo destino, para ansiedad de Federick. Sus pensamientos galopaban libremente, no permitiéndole descansar de forma alguna.
Luego de un periodo corto, finalmente habían llegado al lugar que se refirió Ben Stailer... El anciano. Donde se reunía una luz natural particular, causa de una naturaleza extraña que escalaba por las paredes y techo.
La atmósfera avecinaba ya, sucesos sobrenaturales. Silencio, tranquilidad, calma y serenidad... Como si fueran causadas por un actor el destino.
Pero había algo que lo llamaba, rompiendo está serenidad artificial creada. Como si fueran mil caballos y tres tigres, sueltos y frenéticos.
"Guerra... Guerra... ¡GUERRA!"
Voces murmuraban en su mente, provocandole dolor de cabeza. Pero de un momento a otro, como si fuera acto mágico, cesaron. Existencias superiores en la cadena alimenticia, causaban terror en las inferiores...
Utilizando de nuevo sus habilidades de observador, vio dos elementos lejanos. Una fuente con liquido, sin nada a resaltar más allá de su sentimiento de antigüedad.
Pero la campana, además de sus colores opacos por el distinguido acto del tiempo, está presentaba dibujos en ella. Dibujos torpes pero transmitían emociones distintas; Como si fuera un artefacto corrupto
Pero rápidamente se extendió ondas de poder sobrenatural, que sellaron este comportamiento anormal. Él no entendía que era, pero su origen era el anciano al frente de todos.
Dando una última mención honorífica, finalmente empezó la ceremonia tan esperada. Suceso en el cual, Federick rápidamente perdió la atención.
Mientras los eventos sucedían, Federick mantuvo un compartir de información con su sistema. Siendo el eje central las imágenes que se presentaban en la campana.
"Concédeme información de las imágenes"
[Llevar a cabo la acción, es imposible, Señor. Debido a qué conllevaría a su muerte prematura por la drenación de energía]
"No, no, me refiero a que me presentes a las imágenes. No las distingo desde está posición lejana"
[Eso es fácil, Señor: En la parte inferior se presenta una secuencia de acciones, de un leñador consiguiendo cortar su leña]
"..."
[Un gran templo se extiende sobre el cielo, sin necesidad de un soporte. Violando las leyes de la gravedad]
[A su alrededor hay variadas imágenes de varios individuos. Algunos son indistinguibles debido a la erosión del tiempo... Restauración completa: Hay monjes ascetas, guerreros con armaduras lujosas, mendigos, individuos sobre grandes bestias... Y un gran ser conforma la parte superior del escenario]
[Y en la parte superior se repite una nueva secuencia de movimientos. Un monje asceta se abalanza y destruye la cabeza de un demonio con su palma abierta]
Federick iba a expresar sus pensamientos, en busca de reflexión, pero unas luces brillantes inusuales lo interrumpió.
Una ilusión etérea con la forma de una lanza se había presentado frente a una niña. Hecho que confirmaba el misticismo presente, mencionado por su sistema.
Esto lo había sorprendido, pero más rápido de lo esperado, era su tiempo de intentarlo. Abandonando los brazos suaves de su Madre, intercambiando en unas viejas y arrugadas.
Y así como así, su cabeza fue entregada al frío liquido, sumergiendola en leves plieges. Pero fue allí cuando recibió su mayor golpe; Su cabeza empezó a resonar con las ondas en el liquido, su entrecejo vibraba hasta las más mínimas células.
Entregandose a Morfeo, esto lo sumergió a un sueño pesado. En ese momento quedó inconsciente; Pero rápidamente recuperó sus sentidos.
Se encontraba en un espacio diferente, ya no en las manos viejas. Pero se había dado cuenta de una particularidad: Había de nuevo a obtener un pseudocuerpo adulto. Pero este no estaba conformado por carne y huesos, sólo un recipiente vacío; Sin nada a la vista, transparente
Pero al frente suyo observó como una ilusión se levantaba como si de una alucinación se tratará. En este extenso espacio de niebla, sólo se presentaba él y la fuente; Y de ella saltó un pez expandiendo nueve ondas supersonicas con él
Este arrogantemente cayó de nuevo en el liquido, salpicando libremente este. Por donde había pasado se extendió un halo de luz vertical, el cual produció nueve matrices intrincadas al rededor de él.
Federick no entendía los sucesos que pasaban a sus ojos, pero como obra intuitivamente divina, conocimiento se presentó a las puertas de su mente.
"Aquél, explorador y conquistador, a quién le pertenecen las suelas ensuciadas con tierras desconocidas, con la posibilidad de recorrer las nueve secuencias superiores, dejando una estela de reconocimiento existencial".
Federick no había entendido algunas palabras ni podía proseguir escuchando, debido a su energía drenada y dolor de cabeza. Así, como una prostituta, fue desechado de este espacio desconocido.
Volviendo a la realidad, donde observó reacciones petrificadas. No se podía explicar en palabras. Las emociones eran tan caóticas que se intercambiaban entre todos los individuos en un ciclo.
Aunque la expresión del anciano era una de conmoción, prosiguió con su ya programado trabajo, permitiéndole tocar la campana. Donde recibió siete sonidos, sin producir ninguna ilusión...
Ben Stailer tenía una expresión graciosa, debido a su shock que aún no se solucionaba. Pero un ruido fue la rueda que rompió el ciclo armonioso de conmoción.
Perla había caído de rodillas con extrema conmoción, sin poder reaccionando, mencionando palabras incongruentes.
"La profecía de la Diosa. La profecía de la Diosa. La profecía de la Diosa". Perla había perdido el brillo en sus ojos.
...
"El Principe heredero a la sabiduría ha nacido"
"El Principe heredero a la sabiduría ha surgido"
"El Principe heredero a la sabiduría de está era"
Eran los comentarios incongruentes de la multitud, que aún no podían estacionarse en la realidad terrenal. Aún en sus espacios imaginativos y recreativos
"Federick, semanas: Un total de nueve ondas en la fuente, produciendo una visión, y ha hecho sonar siete veces. Demostración Príncipe heredero a la sabiduría e inclinación a la inteligencia"