Tras esas palabras Nuri-sama dejo de irradiar odio e ira y se calmó, al igual que Tiamat-sama, en ese momento yo también pensé que cooperaria todo lo que sea necesario, ya que no quiero vivir tanto tiempo y con el odio de los dragones.
Además me dejaría muy mal el robarle la mitad de la vida a Aine, si ellos viven 2500 años, ella solo tiene como 16 años para un humano, si el deseo nació por un pensamiento adolecente no creo que sea correcto sacar provecho de ello.
Tras calmar a todo el mundo Arbor-sama les enseño todo lo que sabía del sello y propuso muchas ideas que había pensado hasta ahora, después de deliberar y debatir mucho tiempo optaron por realizar 4 soluciones al problema.
Aclararon que intentarían romper el sello por los siguientes 10 años, si en ese tiempo no lo lograban solamente optarían por la 5 solución y esa era matarme.
Ya que tal vez si moría no le robaría más años a Aine y después de 10 años el sello dejaría de ser tan fuerte como lo es ahora, bueno realmente quisiera que lograran romper el sello antes, porque no quiero morir y además extraño mucho a mi familia.
Las soluciones que acordaron fueron estas:
1. Encontrar un hechizo antiguo capaz de anular el sello.
2. Crear un hechizo capaz de romper o suprimir el sello.
3. Crear un artefacto o arma capaz de romper o debilitar el poder del sello.
4. Hacerme más fuerte y hallar la forma de extender mi vida útil.
5. Matarme en la debilitación del sello.
Yo creo que en lo único que verdaderamente puedo ayudar es en la cuarta solución, me sentiría muy mal si Aine se casa con alguien que odia, pero prefiero eso a morir, bueno, por ahora solo me queda hacerme más fuerte.
Por la razón de cuidar mi vida de un arrebato de ira, se decidió que me quedaría con la familia de Arbor, ya que tanto la familia de Kai-sama como Fafnir-sama quieren matarme, así que solo me queda la casa de Arbor-sama para poder vivir.
Arbor-sama era un dragón muy estricto y serio, pero también comprensivo e inteligente, cuando el me daba clases, sabia cuando me equivocaba por distraído y sabia cuando me equivocaba por no entender el problema.
En cuanto a Huanglong-sama era una mujer muy hermosa, en su forma de Ryu, llegaba a medir 180 metros, la primera vez que la vi quede aturdido, ella era un Ryu de color negro con bigotes y cuernos dorados, era maravillosa.
En su forma humana era una mujer demasiado hermosa, era la mujer ideal para mí, era delgada de cintura, con piel de porcelana, un cabello negro oscuro que le llegaba hasta el inicio de sus piernas, ojos dorados extremadamente hermosos, sus pechos y caderas no eran grandes, pero tampoco pequeños, ellos encajaban a la perfección con su figura.
Ella tenía los ojos ligeramente rasgados, muy parecidos a una japonesa, solo sus cuernos, cola, color de ojos y orejas eran diferentes, pero por lo demás la llamarías una Yamato Nadeshko, ella media alrededor de 1,77 metros y parecía tener unos 25 años de edad.
Cuando ella enseñaba era muy tierna y amable, ella con los demás dragones era digna, fuerte e inquebrantable, incluso frente a Tiamat-sama, era la única que podía hablarle con igualdad de aura y dignidad, pero en su casa y con su familia, era una mujer atenta, servicial, tierna y alegre, ella y Arbor-sama decidieron turnarse para enseñarme, cada uno me enseñaba tres días a la semana.
Desde que comencé a vivir con los dragones, esta se volvió mi rutina; cuando despertaba ayudaba a Huanglong-sama y Lu-san a hacer el desayuno, por cierto Lu-san era la sierva a la que me encomendaron.
Lu parecía una mujer humanoide de 20 años, como los wyvern viven como 1200 años, no sé cuántos años tenga en realidad, los tres preparábamos el desayuno y la mesa, cuando lo servíamos venían Arbor-sama y Ryoko-san a la mesa.
Ryoko-san solo comía de la mesa, pero no podía sentarse al ser tan grande, solo los días miércoles desayunábamos un poco tarde, pues los martes después del desayuno, Arbor-sama y Huanglong-sama se transformaban en dragones.
Ese día Arbor-sama me mostraba una parte diferente del reino, el me llevaba en un brazo pero aun así era muy cómodo, al medio día nos tele transportábamos de vuelta a su hogar.
Todos los días almorzábamos juntos excepto los martes, que solo Ryoko-san y yo compartíamos la mesa, por las tardes salía con Lu-san y a veces también con Ryoko-san.
Lu-san me llevaba al bosque a cazar y entrenar, cada vez era más duro, pero logre adaptarme, salíamos del bosque y volvíamos a casa cuando iniciaba la puesta del sol, si te preguntas como llegábamos al bosque y salíamos de él más rápido es porque Arbor-sama nos dio una piedra arco iris.
Con ella solo necesitábamos recargarla y podíamos tele transportarnos a voluntad entre el bosque y su hogar, cuando Arbor-sama llegaba recargaba la piedra y nos la devolvía para el día siguiente.