Programa Astarte:
Durante el inicio de la Guerra Terran-Covenant, el Gran Mariscal Terrano se dio cuenta de que los Pretorianos, sucesores del legendario Programa Spartan, necesitarian de un ejército propio cada uno para poder liderar y hacer frente a la amenaza de los Xenos invasores.
Por eso reinicio el viejo programa Astarte y le dio una nueva implementación en mente para ser de utilidad en la guerra que estaban enfrascados: Legiones de Clones.
Cada Legión era producto de la sangre de su propio Pretoriano que luego fue decodificada y asimilada para crear nacimiento a las primeras generaciones de clones del Segundo Legado de la Humanidad había dado nacimiento en su milenaria historia.
Siendo una copia al carbón de su progenitor y teniendo una lealtad absoluta a la humanidad y su señor respectivo. Pero también aceptando las órdenes de otros Pretorianos según surgiera la necesidad de que avanzara más la guerra.
Diseñados con equipos respectivos de sus Pretorianos, cada uno tuvo la libertad de armarlos como mejor le pareciera según era su especialidad para lidiar con el Covenant en Harvest y posteriormente en el resto de la Franja Oriental de la galaxia.
Su obediencia y eficacia en su primer despliegue les ganó el apodo de Ángeles de la Muerte de parte de los miembros Xenos de la Hegemonía de Andrómeda. Pasando a ser una insignia de honor de parte de los Astartes por infundir tal miedo en los corazones de sus enemigos con solo el primer enfrentamiento en Harvest.
Numerosos de miles de millones de o mucho más, hacían sangrar al enemigo haciendo que se tuviera que adaptar constantemente y retrasando su avance en muchos mundos mientras la guerra avanzaba.
Haciendo uso de cuerpos mejorados en todos los aspectos, permitiéndoles ser la élite de la élite sobre las fuerzas normales del Ejército Terrano para lidiar con las amenazas más exigentes que requieren de su intervención. Como lo eran las amenazas de Xenos de ataques a mundos humanos, presencias demoníacas invocados por cultos, defensa de mundos, etc.
Siendo útiles en muchas guerras posteriores para cambiar el rumbo con su habilidad y números contra los enemigos de la Humanidad. Haciendo que los Pretorianos los comandaron por varias galaxias en la Cruzada de conquista por orden del Canciller.
Ganándose el temor de muchos Xenos en las diversas galaxias que los Terran conquistaron para ocupar mientras su expansión proseguía a lo largo de los milenios para su uso. Siendo vistos por la población como las herramientas de los Ejecutores del Manto para hacia con su voluntad.
Y hasta el día de hoy eran los encargados de difundir la palabra de los Terran al resto de la humanidad dispersa por el Cosmos mientras la Cruzada seguía su rumbo interminable.
Experimentados con cada guerra librada. Con cada batalla ya sea ganada o perdida. Los Astartes seguirán siendo parte de la gran maquinaria Terrana para ejercer su derecho como los auténticos herederos del Manto en el Universo.
Las legiones más sobresalientes son las de la Primera Generación de Pretorianos por sus diversos debuts a lo largo de la historia. Siendo que muchos de los posteriores Pretorianos los imitan en más de un sentido hacia con sus Segundos Legados para reclamar mundos en nombre de EL que estaba en Terra.
Izando la bandera del águila dorada en las estrellas por donde pasará, subyugando Xenos bajo la voluntad de la humanidad ya sea por la pluma o el bolter, siempre terminaba igual. El derecho de gobernar solo era de la humanidad, y solo de ella. A nadie más se le permitiría ser aquellos que ocuparan tal cargo.
Como lo dictaron los Precursores de antaño, la Humanidad eran sus herederos. Reclaman lo que los Forerunners les quitaron por derecho de elección de sus creadores y ancestros.
Terra así lo dictó. Su orden debía de ser cumplida hasta que cada estrella estuviera en manos humanas. Y los Astartes serían las espadas que harían cumplir el decreto del Supremo Lider y Gran Maestre de la Humanidad.
"El Manto cubre a todos. Pero solo la Humanidad puede ejercerlo como es debido. La sangre de los primeros así lo dicta".