Chereads / Mainder 13 Resources / Chapter 53 - retorno a la capital

Chapter 53 - retorno a la capital

El grupo que acompañaba al Príncipe junto al grupo de Belford estaba llegando a la capital.

 ─oigan ya estamos llegando a la capital.

 El conductor del carruaje les hablo a todos sobre lo cercano que estaban de llegar.

 En la capital los guardias de vigilancia estaban resguardando en sus posiciones ante la llegada, la ciudad mantenía torres de vigilancia de al menos 15 metros en varios puntos de la periferia por toda la ciudad.

─ ¡por fin devuelta! ─quizá era un momento satisfactorio para todos, pero Tamita se sentía alegre de volver a su ciudad de origen.

Unos minutos más tarde llegaron a las puertas de la ciudad; como era de esperarse fueron recibidos con entusiasmo por guardias que vigilan la ciudad, además de los propios habitantes. 

Tras llegar a la ciudad, se dirigieron al palacio, donde ya los esperaban. El rey y la princesa junto a la capitana, su teniente, los demás comandantes y el grupo del Héroe también se encontraban ahí, estos últimos querían saber cómo se encontraban sus compañeros.

─ ¡por fin llegaron! 

El rey se mostraba de buen humor tras el regreso de su hijo, al mismo tiempo era testigo de todo a su alrededor.

─me alegra verte sano y salvo Robert, me temía que te pasara lo peor.

─ ¡me siento bien por ahora, solo un poco cansado, fue gracias a la ayuda de Belford que me encuentro sano y salvo.

La princesa también estaba contenta por saber que su Hermano estaba bien.

─me siento bien de saber que has podido regresar con nosotros.

─yo también me alegro querida hermana.

─Belford...

Belford se encontraba fuera del carruaje donde él había viajado; también estaba ocupado dialogando con los demás del grupo.

─Bel... ¡BEEEEL! ─la princesa en un impulso se dirigió directo hacia Belford, la capitana Cecilia y algunos de los guardias, además de sus sirvientas trataron de que desistiera de dirigirse directo a Belford, sin embargo, el Rey les dijo que no le impidieran el paso.

─ ¡por favor! dejen que vaya.

─como usted ordene señor.

La princesa entonces llego a donde estaba Belford y lo abrazo con fuerza, sería un momento emotivo para ella, tal vez porque era una chica joven, pero ella sentía amor genuino por él.

─ ¡¡Bel!! me alegro mucho de que te encuentres bien.

─ ¡linda Aeliz, no derrames tus lagrimas así por mí, no soy lo suficientemente digno de merecer tus lágrimas.

─ ¡no... no me importa! Tu para mi eres muy especial y te amo mucho, por favor corresponde mi amor; tú y yo juntos de verdad. 

─ ¿no puedo rechazarte verdad?

─no acepto esa respuesta.

─quiero que entiendas una cosa, no soy el mejor hombre del mundo, pero por favor espera un poco más de tiempo para poderte explicar algunas cosas de mí y así podrás decidir si soy la persona indicada para ti; ¿te parece correcto?

─ ¡si... creo que me sentiré bien con esa respuesta de momento! ¡pero antes!

Aeliz acerco su cara con la de Belford y le robo un beso, ella siempre mostraba una actitud algo caprichosa, aunque también era muy comprensiva. Los demás a su alrededor mostraron algo de pena e impresión por ese momento.

─perdón por eso, no puedo ocultar lo mucho que me gustas, esperare con ansias el que me aceptes en tu corazón.

─ ¡d... de acuerdo! 

Aunque algo apenado Belford tomo bien ese momento.

Después de eso Aeliz regresó al lado de su padre.

─padre lo siento... espero que no te enojes por lo que hice.

─no te preocupes Aeliz, si es tu decisión la aceptare, como el tu padre, te apoyare si es lo que te hace muy feliz.

─ ¡¡¡gracias, padre!!! te lo agradezco.

─ «si eso es lo que desea mi hija, me alegra verla feliz»

Al mismo tiempo Belford era observado por sus propios compañeros con los que había viajado.

─ ¡y ustedes que miran! ¡Se les perdió algo o que...!

─ ¡yo no vi nada! ─Gringer había soltado algunas palabras ante lo dicho por Belford.

─ ¡no he dicho nada! ─Tamita también respondió lo de Belford.

─bien...

En tanto eso pasaba Lulu apareció de repente y sin dar aviso.

─ ¿oye Bel como estuvo todo?

─ ¡santos.... cielos, Lulu! ¡Podrías dejar de aparecer así tan repentinamente!

─pareces un chiquillo, te vi hace un momento; ¿no tienes algo que decir?

─pues supongo que lo viste... espérame a que te explique.

─si... ¡como sea! pero obviando ese hecho hay que firmar nuestro contrato y darlo por concluido.

─bueno supongo que tienes razón, adelante entonces.

Así fue entonces Belford y Lulu hablaron con el Rey sobre su contrato y firmaron su cumplimiento.

El rey firmaría al final.

Luego el propio rey le preguntaría algo a Belford.

─ ¿no tiene algo que decirme joven Belford?

─sobre eso... lamento si no puedo haberle en un momento más adecuado y formal, sobre su hija, ¡yo tal vez aun no haya tomado una decisión! ¡sin embargo seré más claro en otro momento! Espero lo comprenda.

─ ¡estoy de acuerdo con tus palabras! 

Belford y Aeliz se mirarían mutuamente y luego su alejarían en rumbos diferentes. Belford se apartó y los demás por su lado.

Tamita, Froggel y los demás integrantes de los Gremios se acercaron hacia donde se encontraban sus compañeros en el grupo del Héroe. 

Los otros del Grupo donde estaba Belford hablaron con la Capitana de los caballeros reales.

Belford y Lulu aún se encontraban ahí, seria Froggel quien le hablaría a Belford.

─ ¡s... señor Belford! 

─Froggel... eres tú... ¿me hablaras lo de aquella ocasión, ¿verdad?

─si así es... dígame, ¿decidirá hacerme su aprendiz?

─ ¿no tendrás un impedimento al venir conmigo a donde voy y separarte del Héroe y su grupo? Porque me era difícil decidirlo ya que hay varios riesgos si quieres acompañarme en nuestro grupo, era por eso que dudaba de que realmente me pudieras acompañar como una aprendiz.

─¡¡¡no lo sé... no se si me darán permiso!!! pero estoy dispuesta a aceptar el riesgo ─con una actitud muy entusiasta ella respondió vehemente.

─que... ¿cómo que no sabes aun si te darán permiso?

─ ¡por favor no se vaya aun! ¡Hablare con alguien para solucionar esta situación!

─así pues, Froggel se dirigió directamente con la Capitana Cecilia y el capitán del grupo de Taiz.

─Capitana Cecilia y Capitán Landros, yo... no sé cómo decidirlo, pero debo dejar el grupo por razones personales.

─ ¡ahh... Froggel! Pero tu... porque te comportas de esa forma, jamás te había visto así. ─el capitán Landros mostró su asombro por escuchar hablar a Froggel tan entusiasta.

─ y... yo también pienso lo mismo, jamás había visto a Froggel así.

La capitana Cecilia también se mostraba sorprendida, entonces ella le pregunto el motivo por el que quería dejar el grupo.

─ ¿cuál es el motivo por el que quieres marcharte?

─no deseo dejarlo, solo me iré por un tiempo...

Todos sus compañeros también estaban escuchando.

─ ¿que tienes pensado hacer?

─deseo acompañar al Señor Belford y espero volverme más fuerte de lo que soy ahora.

─si es esa la Razón no me importaría, pero que pensaran tus compañeros.

─ ¡¡deje que se vaya!! 

─ ¡p... pero Taiz! ¿Estás seguro de lo que dices?

 

─ ¡hermano...! no esperaba que me apoyaras en mi decisión.

Tamita también estaba alegre de ver que tenía la aprobación de parte de Taiz.

También los demás estaban algo sorprendidos por lo que pasaba.

─ ¡bueno! Siendo así, puedes dirigirte a donde quieres ir.

─gracias por entender.

─ ¡Froggel! Yo me alegro de que tomes esta decisión por tu cuenta, pero, me sentiré muy triste el no tenerte cerca. 

─amiga, yo volveré, y nos la pasaremos juntas de nuevo.

─si, ¡tienes razón!

─también los extrañaré amigos.

Los demás también le dijeron algunas palabras.

─cuídate en tu nueva aventura amiga.

─ ¡Osvald!

─yo te deseo suerte.

─ ¡Leiha!

─ ¡sigue tu sueño!

─ ¡Tamita!

─ ¡espero encuentres lo que buscas!

─ ¡hermano Taiz! Gracias. Ya me están esperando... así que debo de irme.

De esa forma Froggel se despidió de sus amigos para emprender un viaje con Belford.

─ ¡entonces, si vendrás! 

─ ¡si así es!

Ahí se encontraban los tres, sin embargo, algo estaba pasando. A unas cuadras estaba ocurriendo un evento que en Greifeld era conocido como; "la llegada de los invocado" un pilar emergía del suelo en un círculo de piedra rodeándolo casi una hora antes de que los invocado llegaran.

Una luz brillante salía del suelo que podía verse a varios metros de distancia y comenzaba a emanar gran cantidad de aura.