Alessandra se agarró al brazo de Edagr mientras entraban a la sala principal del palacio. Ahora que estaba adentro, se alegraba de haber tomado la decisión de venir esta noche. Ignorando a todas las personas que la miraban a ella y a Edgar para comenzar a planificar las conversaciones que crearían para acercarse a sus hijos, le gustaba el baile. Cada baile se sentía como el primero al que asistió al lado de Edgar.
Edgar no perdió tiempo acercándose a donde Tobias y Hazel se sentaban sin ninguno de sus hijos a la vista. No les culpaba a los príncipes y princesas por intentar alejarse de su padre. Si no fuera por lo aislado del lugar donde estaba Tobias, Edgar evitaría al viejo rey.