—Tenemos un invitado no deseado. ¿Qué hay de nuevo? —Preguntó Edgar, como si fuera normal que siempre apareciera alguien no invitado.
—Tal vez uno de nuestros amigos decidió venir —dijo Alessandra, esperando que fuera un amigo y no alguien que trajera drama esta noche. Estaba ansiosa por sentarse y comer con todos.
Alessandra se paró junto a la ventana y dejó que Edgar se encargara de ello. Observó a Edgar salir por la puerta principal para hablar con el guardia.
—Alessandra, tengo algo que decirte —dijo Alfred mientras caminaba hacia el lado de Alessandra. Tenía la sensación de quién estaba en las puertas.
—¿Sí? —Alessandra respondió, sintiéndose un poco ansiosa ya que Alfred parecía estar a punto de dar malas noticias.
—Edmund preguntó si podía pasar su cumpleaños contigo y con Edgar. Quiere empezar de nuevo y pasar tiempo con ustedes dos. Compensar todo el problema que causó a Edgar. Le dije que viniera y lo intentara —dijo Alfred.