—Priscilla es una conocida socialité y aunque ya no vive en Lockwood, está constantemente actualizada con los rumores y chismes. Me temo que ella lo sepa y no estará contenta de que ustedes dos ya estén casados —dijo Alfred. Estaba molesto con que Edgar se hubiera casado en secreto, pero eso no se compararía con la ira de Priscilla.
Priscilla era solo el comienzo de los problemas que Alessandra enfrentaría. Alessandra escapó del drama con los Barrett, pero ahora estaba siendo arrojada al fuego con su nueva vida como duquesa. Solo el tiempo dirá si realmente puede manejarlo.
—Tendré que hacer que ella me quiera —Alessandra se determinó a demostrarle a Priscilla que estaba equivocada.
—No te aconsejaría que desperdicies toda tu vida tratando de hacer que ella te quiera —dijo Alfred.