—Parece que algo te preocupa, Kate. ¿No quieres estar aquí? —dijo Bella mientras se sentaba junto a Kate—. Yo también me sentí así esta mañana. Mi madre habría discutido todo el día y la noche con la corte si yo no hubiera querido venir. Tenemos que contar todo lo que sabemos para que la ciudad sepa quién era realmente Simon. Espero que borren su nombre de las cosas buenas que pretendía hacer. Que sea como si nunca hubiera existido.
Bella pensó que lo más probable es que a Simon le molestara si nadie recordara quién era. No era un gran castigador que sería recordado para siempre. En cambio, solo sus víctimas serían recordadas.
—No me creas todavía, pero escuché que el Rey planea poner nuestros nombres en algún lugar del reino para que siempre se nos recuerde. Tú, yo y todas las mujeres jóvenes que perdieron sus vidas. El hecho de que nos hayamos salvado servirá como esperanza para cualquier familia que tenga un pariente desaparecido. Espero que les dé fuerza —dijo Bella.