—Voy a matar a ese hombre —dijo Katrina, mirando los papeles que contenían cuánto ganaría de una joven que había logrado captar la atención de un rico heredero. No se iba a casar con el hombre, pero él la estaba mimando bastante bien.
—Randall, eres una serpiente —Katrina dijo con desprecio, ya que no estaba recibiendo su parte justa a pesar de su arduo trabajo. Era ella quien daba consejos a las chicas sobre cómo atrapar a estos hombres. Randall no ganaría nada sin ella. —Necesito deshacerme de él pronto —decidió.
Katrina tenía la intención de deshacerse de Randall y quedarse con todas las ganancias. Era fácil acercarse a él con su guardia baja ya que él la deseaba. Solo necesitaba atraerlo a su dormitorio y hacer el trabajo.