—No puedo —Bella dejó de cavar y miró sus dedos. Estaban a punto de sangrar y estaban muy adoloridos. Bella salió del pequeño agujero que había creado. Con poco tiempo, tenía que encontrar otra forma de salir de allí. Algo que nunca se había atrevido a hacer en el pasado por miedo a que Simón la viera o a un sirviente. Tenía que intentar abrir la puerta. Ya no tenía miedo de ser atrapada, ya que sentía que estaba muerta de cualquier manera, esa era la sensación que tenía de Simón.
—Kate —dijo Bella cuando salió del agujero. Encontró a Kate todavía apoyada donde la había dejado hace tiempo. Bella no podía evitar preguntarse qué había hecho Kate para que Simón la atacara tan pronto.
—Su cara va a quedar arruinada —murmuró Bella, sintiendo lástima por Kate.