—¿Alguna vez ha visitado Simón la iglesia? —preguntó Edgar después de que Alessandra se fuera a hablar con Eleanor.
—Lo ha hecho porque he oído a otros sacerdotes decir que hace muchas donaciones. Siento que lo he visto antes, pero no sé si es cuando vino a hacer donaciones —dijo Pedro, rascándose la cabeza. Fue hace mucho tiempo, pero la cara de Simón estaba apareciendo en su cabeza. Si no fuera por conocer a mucha gente que viene a rezar diariamente, lo recordaría.
—¿Has estado haciendo una lista de los hombres de los que escuchas a las mujeres jóvenes rezar?