—Adiós. Volveré mañana después de visitar al modisto para mi vestido de novia. Me gustaría mostrártelo ahora mismo, pero podemos esperar unos días más. Descansa —dijo Kate besando la mejilla de Simon en puntillas de pie.
Después de un largo y agitado día, era hora de que ella regresara a casa con su madre. Esto no hizo feliz a Kate, ya que estaba lista para comenzar a vivir aquí con Simon, pero solo tenía que aguantar unos días más.
—Yo me encargaré de las cosas aquí. Deberías concentrarte en tu vestido de novia mañana —dijo Simon con la esperanza de que ella se mantuviera alejada de su hogar por un día. Había mucho que necesitaba deshacerse y mucho más que necesitaba preparar para que Kate se quedara con él para siempre.