Kate mordió su labio para contener el chillido cuando Simon le colocó el anillo en el dedo. Sabía que el baile traería buenas noticias y ahora lo que siempre había querido. Kate no podía esperar para restregárselo en la cara a aquellos que hablaban recientemente sobre su familia. Su estatus estaba a punto de elevarse y estaría rodeada de personas que la envidiaban.
"Marquesa Kate", repitió Kate en su cabeza. Nada sonaba mejor que el título que iría delante de su nombre. Ya solo por su compromiso, sus compañeros le debían respeto. "Necesito encontrar a mi madre".
—No tienes que contener tu emoción —dijo Simon mientras quería disfrutar de su felicidad antes de destruirla algún día. Estaba saboreando el momento más que Kate. Sería divertido recordar su expresión ahora. Estaba deseando ver cuánto tiempo podría seguir siendo feliz.