Wilma regresó ante Alessandra con dos montones de sobres atados con bonitas cintas. Un montón tenía más cartas y se lo entregó a Alessandra primero. —Estas son todas las cartas que nos enviaste durante los ocho años. Las guardábamos en una caja para leerlas mientras esperábamos otra respuesta. Un día las cartas simplemente dejaron de llegar y fue un error nuestro no venir a visitarte de nuevo cuando eras mayor.
Alessandra desató la cinta y abrió la primera carta del montón. Definitivamente no escribió ninguna de estas, pero quería ver qué se había enviado.