Jeanette se dio cuenta de lo que estaba haciendo la Duquesa. No era la primera vez que se encontraba en la posición de tener que elegir entre dos mujeres que no se soportaban. —Alessandra Collins o su hermana que no reconocí a primera vista—, pensó Jeanette, tomando su decisión. Sería una tonta si eligiera a la última.
Jeanette sonrió a Kate, esperando que se fuera en silencio junto con su amiga. —Lo siento, pero su hermana llegó primero y ya estamos haciendo preparativos para hacer la tienda privada para ella. Por favor, vuelvan cuando ella se haya ido—, señaló la puerta.