Priscilla quedó atónita al escuchar a Edgar mencionar el asesinato de Alfredo. Quería hacerlo ella misma cuando lo vio ayer, pero después de su conversación y la llegada de Federick, decidió no hacerlo. "Ese bastardo", pensó, dándose cuenta de que Federick debió haber ido en contra de su decisión. No sería la primera vez que lo hacía.
—Hace un segundo estabas hablando mucho. No te quedes callada ahora, madre. ¿A quién le ordenaste matar a Alfredo? —preguntó Edgar, su paciencia agotándose rápidamente. Estaba agradecido de que Alfredo lo detuviera de ir la noche anterior. Tenía más tiempo para pensar en cómo lidiar con su madre.
—Priscilla —dijo Edmund, negándose a creer que ella tendría algo que ver con hacer daño a Alfredo. "Por favor, dime que es un malentendido".