Horas después, la casa se calmó después de que Alfredo se durmiera y los hombres que ayudaron a Edgar en la búsqueda fueran alimentados. Edgar recibió la noticia de que los preparativos para el funeral de Timothy ya habían comenzado y se estaban enviando cartas a cualquier pariente cercano.
No fue fácil, pero Edgar convenció a Alessandra de irse a la cama después de que ella le trajera té a Alfredo. Tuvo que prometerle que si algo sucedía, la despertaría. Edgar no tenía planes de cumplir esta promesa. Tenía la sensación de que ella estaba dando vueltas en la cama, incapaz de dormir.
Edgar cerró la puerta de la habitación que ahora pertenecería a Alfredo durante los próximos días.