Alessandra y Edgar se separaron en el momento en que entraron al palacio, ya que una criada salió a buscarla para llevarla donde se habían reunido las demás mujeres. Mientras tanto, Edgar y Refael caminaban buscando a Tobias.
—Así que, ¿estás casado ahora? ¿Es algún tipo de milagro o amor a primera vista, lo cual también sería un milagro para ti? —dijo Rafael. No había creído la noticia del matrimonio de Edgar hasta que Tobias le escribió una carta confirmando todo. —Felicidades por cierto. Me disculparía por no asistir, pero no se me envió una invitación.
—A nadie se le envió una invitación. No importa cómo llegué a casarme. Lo único que importa es que ahora estoy casado. Si alguna vez nos importara hacer una boda adecuada, recibirás una invitación, o tal vez finalmente podrías casa con la criada que te está causando problemas y todos podríamos asistir a una boda —dijo Edgar.