—Desearía poder quedarme más tiempo y saber sobre tu nueva vida, pero debo irme antes de que alguien pregunte dónde he estado —dijo Mario mientras se levantaba de su asiento. Solo ver que ella estaba viviendo mejor que cuando estaba con los Barretts era suficiente por ahora. Tuvo que tragar los sentimientos que había ignorado durante años y aceptar que Edgar era el mejor hombre para mantener a Alessandra feliz y protegida.
Mario ofreció una mano para ayudar a Alessandra a levantarse de su asiento, lo cual ella aceptó con gusto.
Aunque Alessandra no tenía sentimientos románticos por Mario, todavía lo consideraba un buen amigo que siempre tendría un lugar especial en su corazón. Alessandra deseaba que Mario y Edgar pudieran llevarse bien, pero con Mario dejando la ciudad una vez que pagara sus deudas, no había punto en una amistad entre los dos hombres.