Crystal se sintió horrorizada al ser llamada asquerosa por Alessandra cuando ella y Edgar estaban en lo incorrecto. —Llamar a alguien asqueroso es ir demasiado lejos y no tienes derecho a insultarme cuando mi esposo está sufriendo. Aparta.
—No. No vas a volver a abofetearlo. Tuviste suerte de haber salido impune la primera vez. En lugar de estar aquí, deberías estar con tu esposo—respondió Alessandra.
—¡Ja!—Crystal se pasó las manos por el cabello frustrada. —Por eso no se debe dejar entrar a cualquiera en la familia.
—Me juzgas por ser parte de esta familia, pero no por lo asqueroso que es tu esposo—dijo Alessandra.
—¡Deja de decir esa palabra!—gritó Crystal. Estaba allí para hacer que Edgar se disculpara y causar cualquier daño que pudiera a su rostro.