—Si ella menciona una palabra de esto a papá, entonces estoy jodida —Kate solo ahora se dio cuenta de la gravedad de sus acciones mientras estaba sola en su baño sentada en una bañera de agua.
—Su padre dejó en claro que tenían que ser amables con Alessandra, pero ¿cómo podía permitir que Alessandra la mandara? —¿Cuál es el punto de ser amable con Alessandra cuando va a hacer que Edgar me lleve en dos días? —Kate suspiró, apoyando la cabeza contra el borde de la bañera. —Van a llenarle la cabeza de ideas. Deberíamos hacerle recordar su lugar.
—A Kate no le gustaba cómo su familia permitía que Alessandra caminara libremente por la casa. Se suponía que debía estar escondida en su habitación o, mejor aún, en una celda. Alessandra se había convertido en la hija espantosa que nadie quería ver y se suponía que debía seguir siendo así.
—Todos los ojos debían estar en Kate.
