—Lo tienes —respondió Alessandra. No podía recordar ningún momento en que Edgar no hubiera sido honesto con ella.
—Entonces no intentes pintarme como un mentiroso ahora. ¿Cuándo fue la última vez que un médico vio tu cara o agregaste medicina para ayudar a curarla? —preguntó Edgar. Con suficiente cuidado, su cara podría haber sanado lo suficiente para que las marcas fueran menos notables.
—Solo hubo una visita al médico y fue la noche en que mi cara se puso así —dijo Alessandra.
—¿Qué? —gruñó Edgar, enojado por esta noticia. Sabía que no debía esperar mucho del Barón y su familia, pero en algún momento, esperaba que se preocuparan por Alessandra.