-Alfred, despierta. Alfred,- Edgar tocó al hombre dormido que sin duda lo estaba esperando para volver a casa. "Una criada rompió tus platos especiales para cuando Tobias tenga-"
-¿Qué!- Los ojos de Alfred se abrieron de golpe. "¿Cuántos se rompieron? Edgar, ¿acabas de volver? ¿Qué hora es?"
-Demasiado tarde para que sigas despierto y ¿no debería ser mi esposa la que espera pacientemente mi regreso?- Edgar miró hacia las escaleras esperando ver a Alessandra bajar mágicamente como si hubiera sentido su presencia.
-La Duquesa se retiró a su cama. Le aseguré que me quedaría despierto hasta que regresaras a casa. ¿Quieres que caliente tu cena?- Alfred se levantó de su silla.
-No hay necesidad de molestar al cocinero ahora-