—¿Alfredo les ha estado dando demasiado de comer a los dos? Siento que han crecido mientras no estaba. Espero poder encontrar a su madre y llevarla también —dijo Alessandra mientras jugaba con los dos gatitos con una pluma que encontró—. Les compré regalos a los dos. ¿Por qué son amables conmigo cuando Edgar no está?
—¿Dónde está Edgar? —Miró hacia la puerta.
Alessandra no había visto a Edgar desde su última conversación. Él le estaba dando espacio, pero ¿era demasiado espacio? ¿Cuándo planeaba regresar? Se sentó en el suelo jugando con los gatitos para pasar el tiempo hasta que estuviera lista la cena. Sally visitó por un momento para traer a los gatitos e informar a Alessandra que había visto por última vez a Edgar caminando con Caleb.
—Caleb debe estar contándole todo a Edgar. Él es mi guardia, pero es los ojos y oídos de Edgar cuando no está. No me importa —dijo Alessandra.