—No fue tan malo como lo estabas haciendo parecer, Alessandra. Deja de ser tan dramática—dijo Erin.
—Erin, tú no fuiste la que fue sujetada para probarse ropa. Estoy segura de que uno o dos de mis dedos están rotos por tratar de resistir. Mira—Alessandra levantó su mano para mostrar las consecuencias de luchar contra Sally y Erin.
Erin levantó su mano para mostrar una mordida que Alessandra le había dado. —Hablemos de esto también. Nunca he visto a alguien tan en contra de quitarse la ropa. Al menos fue por una buena causa. El Duque seguramente amará las que he elegido para ti.
—Solo se supone que sea una. Devolveré cualquier extra que quede en tu hogar—dijo Alessandra.