El avión llegó al aeropuerto del pueblo en la capital y Jeslyn y su familia bajaron del avión privado.
En el momento en que puso sus pies en el suelo, un escalofrío le recorrió la columna vertebral. Sin razón alguna, el miedo le arañó el pecho y la premonición de que algo terrible iba a suceder se enterró en su interior.
La pesadilla que tuvo hace unos días, resurgió. Mientras estaba de pie al frente de la escalera del avión, vio una ilusión del hombre sin rostro que arruinó a su familia, caminando hacia ella.
—Cuñada, ¿estás bien? —Rex preguntó desde atrás cuando Jeslyn se negó a dar un paso hacia adelante.
Jeslyn salió de su ensimismamiento y miró hacia atrás, luego asintió —Estoy bien... ¿dónde está mi madre?
