—Está bien. Le preguntaré al doctor Matt más tarde qué deberías estar comiendo. Entonces, cuando la cocina prepare tu comida la próxima vez, prestaré atención extra —dijo Jeslyn como una madre cuidando a su hijo.
—Gracias, Rossa —dijo Vera.
—No es gran cosa. Estás llevando a nuestro hijo, así que necesitas ser cuidada adecuadamente —dijo Jeslyn con una sonrisa.
Por alguna razón, Vera tembló. ¿Qué mujer se pone tan feliz cuando hay otra mujer sentada frente a ella que podría arruinar su hogar? Cuanto más pensaba Vera, más confundida se sentía. Lo único que se quedó en su mente fue que Jeslyn tenía malas intenciones hacia ella y su bebé.
Es cierto, como "madrastra", querría matar al niño por nacer para que Valen también muriera. Cuando eso suceda, Vera ya no tendría una razón para quedarse en la casa y Jeslyn ya no se preocuparía por arruinar su matrimonio.