—¿Q-qué piensas de mi...? —no pudo terminar la pregunta y esperaba que él entendiera lo que quería decir.
—Tus cuerdas vocales necesitan entrenamiento. Las arruinaste cuando elegiste canciones que no eran adecuadas para tu voz. —Respondió honestamente.
El corazón de Jeslyn se hundió en su estómago. Sintió que su mundo se derrumbaba bajo sus pies. La tristeza la consumió mientras su mente recordaba las críticas que recibió cuando todavía cantaba.
Muchos fans y detractores habían hablado mal de su canto y la llamaron sin talento muchas veces, pero gracias a la crítica que recibió del juez más estricto e imparcial del mundo, el Sr. Ryan Shen, Jeslyn no tomó las palabras de los detractores a pecho.
Durante sus días en la escuela secundaria, participó en un concurso de canto organizado por algunos desconocidos. Los jueces quedaron impresionados por el canto de Jeslyn.