—Xu Ming amenazó y estaba a punto de abandonar la reunión cuando la fría voz de Maverick resonó en la tranquila sala de estar.—Así que eres tú —Maverick miró al hombre que estaba furioso antes de bajar la vista hacia la pistola con la que estaba jugando—. Tu familia Xu me debe tanto dinero que diez generaciones de tu familia no podrían pagarlo. ¿Nadie te lo dijo?
Los rostros del Patriarca y todos los Xu presentes se pusieron blancos.
Sí, le habían hecho daño a Maverick en el pasado, pero durante los años no se había vengado y todos pensaron que había dejado las cosas pasar por su madre, pero ¿quién hubiera pensado que no los perdonaría?
—Lu, muchacho, ¿qué quieres decir? —preguntó el Patriarca Xu.
—No tengo historia de repetirme, Patriarca, ¿tampoco lo has olvidado, verdad? —respondió Maverick con una pregunta antes de cruzar su pierna derecha sobre la izquierda y extender sus brazos sobre el reposacabezas del sofá.